martes, 25 de agosto de 2009

Ezra y el destino mágico

Buzón islandés (foto Passeri)

Ezra esperaba un destino, un destino que no llegaba, un destino que quizás no existía.
La espera para alguien impaciente es como un ascensor para un@ claustrofóbic@, agónico. Sentir que necesitas saber, igual que necesitas respirar, pero que no hay manera de que la luz del conocimiento alumbre tu existencia. Así estaba Ezra. Todas las mañanas se levantaba y esperaba que el destino llegase, pero no llegaba. Por las tardes, esperaba que el destino llegase, pero no llegaba. A la noche, seguía esperando su destino. Espera infructuosa. Así pasaba sus días Ezra, desesperando. Hasta que una mañana decidió no esperar más. Salió a buscar su destino. Hoy sigue rodando por el mundo, su destino no ha llegado, pero sonríe, sonríe tan fuerte que casi se ha olvidado del motivo que lo llevó a abandonar su pequeña existencia.

buscando destino... aunque por obligación esperando...


4 comentarios:

Anónimo dijo...

esperemos que si, que aun queda casi un mes
BESOTES!
Luis

meri dijo...

son temporadas, yo solía esperar al mío en la ventana...

Anónimo dijo...

jo espero q tengas suerteeeeee.. cuando t lo dicen???

yo ahora mismo robando internete en el pisito de praga antes de bajar a patear por la cityyyy

nos vemos pronto baby!!!!
un besazo tooocho

Lula dijo...

Aissss mi vida ,espero que no te manden muy lejoss... que sino te echare muchisimo de menos!
:((((((((
pero si te vas lejos la Ratu no puede irs econtigo...
Beso