Xixón, Elogio del horizonte
Como digo, es media tarde y la luz gana a la grisácea sombra mañanera. Todo está en silencio. Festivo, no hay bullicio en las calles, ni tráfico. Esto me permite oír el piano de la vecina que suena lejano, repitiendo una y otra vez la misma melodía.
Desde el sofá de nuestro salón, al mirar a la izquierda puedo ver a través de la ventana los tejados de los edificios. Dispuestos como un ejército, donde la primera fila es el edificio de la acera de enfrente y el pelotón de cola el edificio que roza la línea del horizonte. Desde mi perspectiva, observo tu perfil, tu bonito perfil a mi lado. Me siento plena, embargada de un sentimiento de absoluta tranquilidad. Mi sorpresa es mayor cuando descubro, detrás de la cortina de humo que sale de tu boca, como en la antena del tejado vecino dos palomas juegan a quererse... En este momento es cuando observo en el calendario que una nueva estación ha llegado.
Si una de estas palomas fuese Neruda, le cantaría a la otra:
"quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos"
Pues eso...
2 comentarios:
Que bonito!
Fresquiño!
Gústame!
que genial, y que tranquilidad :D
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