sábado, 9 de enero de 2010

momento

Xesta (foto)

Ha caído una nevada mientras caminaba por una calle desconocida.

La nieve es increíble. Aún siendo agua, no moja. Simplemente se instala en tus bolsillos, en tu bolso, en tu bufanda, en tu gorro, en la suela de tus botas... Solamente vuelve a su estado líquido (mojándonos entonces) cuando modificamos la temperatura a la que estamos sometidos.

Esa nevada, en ese sitio desconocido al que llegué atraída por un imán, fue indefinible. 

Mientras paseaba alrededor de un paisaje nuevo, buscando una pequeña puerta, buscando lo que me había guiado telepáticamente hasta allí, me sentía incansablemente feliz. 

Más aún cuando, a lo lejos, distinguí la fuente de atracción.

2 comentarios:

AnnaNever dijo...

muy bien eviña muy bien,
sigue tu fuente de atracción y llegareis lejos...
me alegra saberte feliz,
me alegra tanto amor en nuestras vidas,
me alegra, una vez más, tenerte en mi vida...
yo he vuelto a estudiar...
a ver que sale de esta...
por cuando quieras pasar por curuña
aquí hay una cosita de una befana
(que son los reyes italianos)
para ti, miña rula...
muaka y buena semana...

Anónimo dijo...

Que chulo tes esto!!
Chuchos!

Carla.